En el barrio Acuba 2 de Lanús la inseguridad y los basurales se convirtieron en preocupaciones constantes para los vecinos.
Quienes viven en esa arteria, entre Ayala y Olazabal, manifiestan su preocupación por un espacio que se convirtió en desarmadero de autos y depósito de residuos,un escenario proclive a delitos, por lo que legisladores de la oposición pidieron por su erradicación.
En el barrio Acuba 2 de Lanús la inseguridad y los basurales se convirtieron en preocupaciones constantes para los vecinos. Esta situación se incrementó en los últimos tiempos cuando una de sus calles principales se erigió en un cementerio de autos descartados, producto de algún ilícito.
Se trata de la arteria María Teresa, junto al paredón de la vieja fábrica de colchones, que es el lugar donde proliferan los residuos y los esqueletos de coches abandonados e incendiados, panorama que aumenta el riesgo para quienestransitan por la zona, creando un ambiente propicio para la delincuencia.
Ante esta problemática, el Bloque de Juntos por el Cambio de Lanús se hizo eco del reclamo vecinal y presentó un pedido para erradicar el basural ubicado en las calles María Teresa, Ayala y Olazabal del barrio. El mensaje resalta que “en los basurales a cielo abierto se disponen residuos de forma indiscriminada, sin control de operación y sin medidas de protección ambiental”. “Estos lugares se han convertido en sitios para dejar autos abandonados, que luego son desmantelados e incendiados, presentando un peligro significativo para los vecinos. El humo de las gomas y basura que se quema es un foco de contaminación para las personas, el suelo, el agua y el aire”, agrega.
Los concejales de Cambiemos consideran que, además de ser un problema ambiental, “los basurales representan un grave problema de salubridad e inseguridad pública”. “Los delincuentes se aprovechan de estas condiciones, haciendo inseguro el paso para los vecinos”, afirman. Por todo ello, solicitan que el Departamento Ejecutivo, a través de la Secretaría correspondiente, proceda a erradicar a la brevedad el basural a cielo abierto.
Mientras se articulan las respuestas, en un intento por protegerse, muchos vecinos optan por moverse en grupos o utilizar medios alternativos. “La inseguridad es muchísima y cuando hay basura es peor porque está todo oscuro y no sabésde quién va a salir. Nos organizamos para movernos en grupo, tratar de salir todos a la misma hora para ir a trabajar o llevar a los chicos a la escuela”, aseguran.
Paola, una docente que trabaja en dos escuelas de la región, indica que “esta situación afecta no sólo a los adultos, sino también a los niños que asisten a las escuelas locales”. “Los chicos tienen que salir siempre acompañados y olvidate de que podemos entrar y salir después de las 7 u 8 de la tarde”, comentó.
La calle María Teresa, además de ser un gran basural, es un desarmadero a cielo abierto donde los delincuentes dejan autos quemados o desarticulados como en un gran depósito. En muchos de los casos, ahí mismo los prenden fuego, segúnaseguran los vecinos. “Muchas veces tenemos que pasar corriendo con los chicos para ir a la escuela porque todavía hay un auto ardiendo con humo”, sentencian. Irónicamente, frente al “cementerio de autos” hay una plaza de juegos para los chicos que, con este panorama, nadie usa.
“A veces en la madrugada escuchamos explosiones de los tanques de los autos que prenden fuego acá. Traen los autos a plena luz del día sin ningún problema, todos lo saben y nadie hace nada”, destaca un vecino que prefiere no dar su nombre por miedo.