Los trabajadores del establecimiento sanitario resaltan los inconvenientes estructurales que se profundizan con el correr del tiempo, especialmente en esos dispositivos, claves para el traslado de pacientes e insumos.
El Hospital Evita de Lanús, el más grande de la región sur del Gran Buenos Aires, se encuentra en una situación crítica debido a la falta de mantenimiento y problemas estructurales que han persistido durante años. Y uno de los inconvenientes más complejos es el estado de los ascensores, cuyo mal funcionamiento ha complicado enormemente la atención de los pacientes.
El establecimiento sufre las consecuencias del tiempo prolongado con ausencia de mejoras. "Es un hospital viejo que tiene un montón de falencias que se fueron acrecentando a medida que fue pasando el tiempo y no se le hizo el mantenimiento correspondiente", señalan los trabajadores de más antigüedad en el nosocomio.
Esto se refleja en sus ascensores, que no funcionan correctamente. Si bien uno de ellos se reparó, los que van a los pisos superiores, donde están el quirófano y las salas de alta complejidad, siguen sin circular adecuadamente. Esto generó caos en el traslado de pacientes, en tanto que también afecta el traslado de insumos y materiales esenciales dentro de la institución.
Infor al Sur consultó sobre este tema a la presidenta de CICOP del hospital, Marcela Varela, quien explicó que esta problemática no es nueva y ocasionó incidentes graves. "Hace años que venimos haciendo reclamos sobre el estado de los ascensores. En varias oportunidades la falta de mantenimiento adecuado ha llevado a situaciones peligrosas, como el famoso incidente en el que un camillero y un paciente cayeron en el pozo del ascensor", relató.
"Las nuevas autoridades se comprometieron a solucionar este tema", agregó la representante de CICOP, y añadió: "Pero entendemos que no es una cuestión de cambiar repuestos, hay que hacerlo a nuevo, lo cual significa una inversión importante".
Según Varela, durante la pandemia se hicieron algunas reformas, pero estas no abordaron problemas de fondo como el de los ascensores.
Guardias
Otro tema crítico es la saturación de las guardias. "Nosotros somos un hospital internacional que tenemos la desventaja y la ventaja de tener fama de ser los mejores, en el sentido de que tenemos profesionales y trabajadores de excelencia, entonces la mayoría de la demanda viene acá", explicó.
En la guardia de salud mental, CICOP logró que se aprobara un protocolo que organizó la grilla de otro modo, con algunos límites en cuanto a las admisiones y la observación. "Esto mejoró considerablemente la calidad de atención y también las condiciones laborales", destacó la funcionaria. Y comentó: "Las compañeras y compañeros de salud mental, tanto psiquiatras, psicólogos como trabajadores sociales, realmente no daban abasto con la atención de pacientes en salud mental debido a la enorme demanda".