El fotógrafo baleado por un gendarme durante una movilización en defensa de los jubilados continúa con su rehabilitación neurológica. “Es otro Pablo”, afirmó su hermano. La Justicia citó a indagatoria al cabo Héctor Guerrero, pero la familia reclama que nadie del Gobierno se comunicó con ellos.
Pablo Grillo, el fotógrafo herido durante una represión de Gendarmería en la marcha en defensa de los jubilados en marzo, continúa su tratamiento en el Instituto de Rehabilitación Manuel Rocca. A cuatro meses del hecho, su familia compartió detalles conmovedores sobre su estado de salud y denunció el total silencio del Gobierno nacional.
“Pablo no tiene dificultades motrices, sino neurológicas. A veces se tilda, le cuesta prestar atención. No puede comer y escuchar música al mismo tiempo”, relató su hermano Emiliano. Además, reveló que la recuperación es lenta pero con avances, como cuando logró preparar chipá durante una actividad de terapia ocupacional. “Es otro hermano, nos está costando aceptarlo porque lo vemos y es él, pero sus reacciones no”, expresó con dolor.
Su padre, Fabián Grillo, también brindó declaraciones. Celebró que se haya citado a indagatoria al gendarme que disparó, el cabo Héctor Guerrero, aunque expresó su desilusión por la falta de acompañamiento estatal: “Nadie del Gobierno se comunicó con nosotros, absolutamente nadie, de ningún ámbito”.
Guerrero fue citado por la Justicia y tiene prohibido salir del país. La familia espera avances judiciales, pero remarcan que lo prioritario es la salud de Pablo. “Él ahora tiene que concentrarse en su rehabilitación. Los médicos desaconsejan que declare en la causa para no sobreestimularlo”, explicó Fabián.
La familia Grillo se turna cada día para acompañar al joven fotógrafo, que pasó tres meses internado en el Hospital Ramos Mejía tras sufrir pérdida de masa encefálica. Hoy, cada pequeño progreso es una esperanza, pero también un recordatorio de una herida que aún no cierra: la del abandono institucional.
El precandidato del Frente de Izquierda impulsó su campaña en el distrito junto a militantes, denunciando el impacto del actual gobierno en sectores vulnerables.
Ocurrió en el cruce de O’Higgins y el paso bajo nivel Juan Manuel de Rosas. El vehículo trasladaba niños hacia una excursión. No hubo heridos, pero el hecho reaviva críticas por la señalización en el lugar.