El Granate viene de sufrir una caída a manos del Millonario en pleno Estadio Monumental y ahora piensa en Vélez, al que recibirá en la Fortaleza de Cabrero y Guidi.
Lanús no pudo con River, que lo venció por la mínima diferencia en el Estadio Monumental, y así, obligado a recomponerse, piensa en Vélez, el vigente campeón del fútbol argentino, al que recibirá en la Fortaleza de Cabrero y Guidi el próximo viernes, en el marco de la séptima fecha del Apertura de la Copa de la Liga.
El Granate acumula dos juegos sin alegrías, dado que previo al tropezón con el club de Núñez no había pasado del empate sin goles con Gimnasia y Esgrima La Plata, en casa. Y por eso requerirá mejorar su imagen cuando se vea las caras con el Fortín, que atraviesa directamente un panorama esquivo desde que arribó Sebatián Domínguez como DT, en reemplazo del saliente Gustavo Quinteros, que se fue al fútbol brasileño para dirigir a Gremio.
Por el lado del club de la región, por lo pronto, la dificultad estará en saber quién reemplaza al volante Felipe Peña Biafore, joven que habitualmente se erige como figura y que, al luxarse el hombre, tendrá para un mes fuera de los campos, lo que también podría hacerle perder el debut en la Copa Sudamericana.
¿Qué sucedió en Núñez? El local fue más, aunque Lanús contó con algunas chances como para desnivelar, estableciendo a Franco Armani como figura con varias tapadas estelares.
Cerca del final fue el colombiano Miguel Borja el que destrabó la paridad y anotó para dejar sin respuestas al arquero Nahuel Losada. Y si bien luego el delantero erró un penal, el Grana no pudo hallar la fórmula para empardar la historia y se quedó con las manos vacías.